MUJERES DE BUEN CUERPO TENIENDO SEXO
Vamos, que acabaste por sorpresa en la conocida 'friend zone' o zona de amigos, cuando creíste que la correspondencia era evidente y estaba todo hecho. Pero también puede ser que no te lanzaras y desde tu cama, a solas, te tiraste de los pelos lo que quedaba de noche, tratando de descifrar si sería coqueteo lo que te pareció simpatía. Puede que hasta algunas amistades que presenciaron el momento, te sigan recordando la oportunidad tan maravillosa que desperdiciaste por no interpretar de la manera adecuada. Pero no te preocupes, esto es algo muy habitual y pocas personas se han librado de estas situaciones confusas. Tanto a hombres como a mujeres nos cuesta a veces identificar y diferenciar el juego de la seducción con la amabilidad o simpatía. La mayor parte de la información es no verbal y saber identificar las señales es clave. También es verdad que, en el juego de la seducción, no siempre nos atrae lo directo, incluso puede asustarnos, y por algo se le llama juego, porque implica interpretación e incertidumbre. Y siempre con protección en ambos casos. El uso del espacio es importante para mostrar nuestro interés.
Anabel Lorente. Rascando con suavidad, como removiendo la arena de un fósil de dinosaurio, se revela en ella una cierta condición de barriobajera, de baladronada campante a rayas en los capós de los polígonos. Sus tendones, incapaces de combatir el desgaste, se atrofian y la cabeza acaba soliviantada, echando tierra de por medio con la cordura tras soltar un contundente: Hagan lo que les dé la albedrío, pero yo me bajo de levante tren. Te va a salir gravoso, pero hay que hacerlo. Y no es baladí recitar este verso ya que, si algo ha hecho Anabel, casi sin quererlo, como cuando Marilyn Monroe entraba en una sala o abría la boca sin su falso maquillaje de rubia lerda, es llamar la atención. Tanto, que se vuelve peligroso. Ella asegura, cuando parece eficacia percutirse cierto gesto de preocupación en el rostro de su espectador, que no hay de qué preocuparse.