¿QUÉ ES EL TECHO DE CRISTAL Y QUÉ PUEDEN HACER LAS EMPRESAS PARA IMPULSAR LA IGUALDAD DE GÉNERO?
Les pagan menos que a los hombres, incluso cuando hacen lo mismo. Y esto no se explica porque ellas sean menos productivas o estén menos educadas. Las mujeres enfrentan grandes desventajas en el mundo del trabajo. Empecemos por la brecha salarial. En todos los países del mundo las mujeres que trabajan a tiempo completo ganan menos que los hombres. Esto en gran medida se debe a un fenómeno de segregación ocupacional, que lleva a las mujeres a ocuparse en oficios peor remunerados docencia, enfermería… y que tienen horarios flexibles. Sin embargo, tanto en países desarrolladoscomo en América Latina y el Caribeestas disparidades persisten incluso cuando se comparan trabajadores en la misma ocupación e industria y con la misma educación, experiencia y cantidad de hijos. Patrones de comportamiento y normas sociales Un segundo grupo de estudios se ha enfocado en patrones psicológicos que pueden incidir en el mercado laboral.
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Sin embargo, para cumplir con su asunción social corporativa, ya elaboraron su Anteproyecto de Igualdad las empresas con antelación a esa fecha. Algunas de ellas, de hecho, se han convertido en una referencia en materia de analogía laboral y sirven como ejemplo para las organizaciones que todavía tienen bajada aprobar su plan. A continuación vemos algunos modelos que puedes tomar como ejemplo de Plan de Igualdad. OO Comisiones Obreras. Incorporan el currículum desconocido en los procesos de selección. Generar un protocolo para la protección de las mujeres que son víctimas de violencia de género. Formación e-learning en igualdad para toda la plantilla. Génesis de un protocolo para acompañar a las mujeres víctimas de violencia de género. Renovación del distintivo de analogía del Ministerio de Igualdad.
La mujer en el mundo laboral: las cifras son personas
Individuo de los mayores problemas en la trayectoria profesional de la mujer es generado por la elección que tiene que hacer entre su vida elenco y laboral, toda vez que la misma cultura organizacional pugna por que el personal que pretenda escalar la estructura piramidal realice una cesión completa de la vida personal. Esta faceta de gestión de los recursos humanos responde al prototipo masculino y a una sociedad basada en la división sexual del trabajo y en la generación de dinero y no de riquezas. Esto genera desmotivación en los mandos medios —claves para las carreras laborales de las mujeres—, disminución de la productividad como consecuencia de la inequidad entre hombres y mujeres, y una escasa diversidad en la balada de los grupos de trabajo gerenciales, que puede derivar en toma de decisiones pobres y sesgadas. Aunado a todo esto, la escasa flexibilidad organizacional y la falta de oportunidades para las mujeres tienen como consecuencia la pérdida de talento en las organizaciones.