SER MUJER EN IRÁN
El negocio de la prostitución se ha disparado con la crisis económica. Especialmente delicado es el caso de los jóvenes que venden su cuerpo para salir adelante. Hay que tener una formación», dice. Concha Borrell repite esa frase una y otra vez en sus clases de prostitución. Sus alumnas son seis chicas que quieren ser prostitutas. La lección empieza a primera hora de la mañana en un aula que Concha ha alquilado en el centro de Barcelona. Esta catalana de 42 años es terapeuta sexual y prostituta desde hace ocho años. Las alumnas que van entrando al aula son chicas jóvenes, demasiado en algunos casos, con la experiencia con los hombres que una recién cumplida mayoría de edad te puede dar.
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Ya comienzan a saltar chispas del cambio: el velo es obligatorio en la calle, pero la mayoría desafía la norma y muestra parte de su cabello. En este contexto, las prendas de ropa ajustadas se han convertido en símbolo revolucionario para la segregada mujer iraní. Segregación en autobuses, en playas, en piscinas, en celebraciones. La ley, sin embargo, pone a las mujeres a merced de maridos celosos apoyados por normas trogloditas que siguen vigentes. La familia sustituye al Estamento en la regulación de la relación entre sexos. Sí: la doctrina oficial, avalada por parte de la academia, sostiene que enseñar el cabello, la piel del cuello o los tobillos es una provocación y excita a los hombres. De ahí la acreditación del velo. La mujer vale, por ley, la mitad que un macho, aunque la jurisprudencia avanza en arrepentido contrario. En caso de accidente o muerte, el valor de la biografía de un varón es el bilateral que la de una hembra.
Fue al grano. Estaba ahí para satisfacerme. Pero nos llevamos tan bien que después incluso fuimos al bar y nos tomamos algo. Pero los expertos coinciden en que es una afición al alza. Pero ahora la madama también paga. Y se permite disfrutar. Fuente de la imagen, Getty Images Sin embargo, no hay estudios globales que pongan cifras al fenómeno. Existen informes aislados sobre el turismo venéreo femenino, sobre mujeres que acuden a Asia o al Caribe en búsqueda de acompañantes locales con los que mantener relaciones sexuales durante las asueto a cambio de dinero o regalos.
APOYO ECONÓMICO A ESTUDIANTES POR SUS PANTYS
Se quedan allí hasta tarde, en demora de sexo. Ella yace en su duro piso sin colchón, deseando que se vayan. Pueden dejar de lado a algunos, pero es vergonzoso rechazar a un turista, y es difícil para las niñas resistirse a los hombres decididos y mayores. Muchas niñas se mudan de sus apretadas casas familiares a mediados de la juventud, y se las traslada a sus propias chozas pequeñas, cerca del andurrial paterno, un rito de iniciación al matrimonio. La tradición, preservada por varios grupos étnicos, deja a estas chicas solteras a expensas de los hombres que rodean sus chozas por la noche y los pretendientes que pierden interés tan pronto como quedan embarazadas. Y todo el pueblo te menosprecia.