ENGAÑOS AMOROSOS POR INTERNET. ASÍ ESTAFAN LOS ROBACORAZONES
Antes de entrar en por qué pensamos que el sexo pervertido debe ser desestigmatizado, definamos las diferencias entre la perversión y el fetiche - aunque muchos los usan indistintamente, hay algunas diferencias entre los dos términos. Todos los fetiches son torceduras, pero no todas las torceduras son fetiches. Alguien que tiene un fetiche por asfixiarse, o por decir pies, necesita eso como parte de su interacción sexual para alcanzar la gratificación, mientras que alguien que tiene una torcedura por azotar no necesita azotes para ser parte de su interacción sexual para alcanzar la gratificación. Los fetiches sexuales y las perversiones han existido tanto tiempo como el sexo mismo. Y como con mucha de la expresión sexual, han estado llenos de estigma y vergüenza. El estigma contra los fetiches y las torceduras puede encerrarnos en un nuevo armario tan opresivo y peligroso como el que ya hemos sacado.
El camino exterior de aquellos hombres terminó. Llegaron a la meta. Pero en este punto comienza un nuevo acceso para ellos, una peregrinación interior que cambia toda su vida. Porque seguramente se habían imaginado de modo aparte a este Rey recién nacido. Se habían detenido precisamente en Jerusalén para obtener del rey local información sobre el Rey prometido que había salido. Sabían que el mundo estaba anárquico y por eso estaban inquietos.